"Si fuera youtuber, la canción que subiría hoy para darme a conocer sería Yo soy aquel". Para Raphael, llevar más de cinco décadas sobre los escenarios y saberse contemporáneo no es incompatible. Solo hay una condición: que lo que se haga sea bueno y hacerlo suyo, "porque yo no puedo parecerme a nadie, yo tengo que parecerme a mí". A pesar de todo, cuando va en el coche y suena una de sus canciones, necesita cambiar de dial "porque solo veo los defectos". Es un perfeccionista, según confiesa; alguien que se cuida con mimo para poder entregarse por entero a lo que hace. Raphael es un icono que trasciende la música y atrapa a público de tres generaciones por igual.
Compartimos la entrevista realizada por Juan Luis Cano a Miguel Rafael Martos Sánchez para El País de España:
Durante la conversación, Raphael le habla a Cano de sus escenarios favoritos, de la necesidad que siente de una buena letra para expresar cantando –y de lo agradecido que está a Manuel Alejandro y José Luis Perales por su repertorio– o de hasta qué punto es imprescindible esforzarse por ser libre. E, incluso, de en qué extraños lugares ha llegado a ver plasmado su rostro. "Un señor se acercó una vez y me pidió permiso para quitarse ante mí la camisa. Tenía mi cara tatuada en la espalda".
Fuente de contenido: EL PAÍS ESPAÑA
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