La emisión de un documental reaviva la admiración por el cantante de Jarabe de Palo, que falleció de cáncer en junio de 2020
EL PAÍS, ESPAÑA
La noche del domingo Pau Donés regresó a los hogares españoles en forma de documental. Se trata de Eso que tú me das, la última entrevista que el líder de Jarabe de Palo grabó solo dos semanas antes de su muerte, el pasado 9 de junio a los 53 años, a causa del cáncer de colon que padecía desde 2015. La cinta, dirigida por Jordi Évole y Ramon Lara, fue presentada el pasado agosto en el Festival de Málaga y, tras varios meses en la gran pantalla, la noche del domingo se emitió por primera vez en televisión, en La Sexta, causando un reguero de reacciones en las redes sociales por la “lección de vida” del cantante. Tanto rostros conocidos como anónimos aplaudieron la entrevista donde Donés habla de la muerte desde la valentía y la generosidad, como destacaron algunos, y agradece a todos los que hicieron posible “el privilegio de vida” que el músico tuvo. “Tengo ganas de reír, de llorar y, sobre todo, de vivir”, asegura sentirse en los últimos días antes de su muerte.
La cita tuvo lugar en el refugio que el vocalista de Jarabe de Palo se construyó a su gusto en el Pirineo catalán, en el valle de Arán, y que hace dos años puso a la venta por 2,3 millones de euros. Según la página de la inmobiliaria Engel & Völkers, la casa aún no se ha vendido y desde el fallecimiento del músico no ha habido ningún cambio en las condiciones de venta. La residencia principal tiene 341 metros cuadrados y el diseño abierto es su identidad. La piedra vista de las paredes y la madera de las vigas dan forma a una casa con tejado a dos aguas rodeada de un entorno natural de bosques y montañas. Su interior alberga sala de estar, cocina y un comedor con paredes de cristal que ofrecen vistas privilegiadas a las montañas. Varias estancias de la vivienda cuentan con chimenea. También dispone de siete dormitorios y seis baños. El jardín, de 6.000 metros cuadrados, presenta una particularidad: hay una casita hecha en un árbol. La zona de gimnasio y sauna suman 256 metros cuadrados, que incluyen un estudio de grabación profesional del que salieron muchos de los últimos grandes éxitos de Jarabe de Palo.
Allí se instaló Pau Donés después de casi un año en California, donde se fue a comienzos de 2019 con la guitarra, la tabla de surf y su hija Sara. “No pude disfrutar de su infancia y no quiero perderme su adolescencia”, contó en una entrevista a este periódico a finales de 2018. En California, Donés se dedicó a disfrutar de su hija, a aprender a bailar con ella y comenzó a componer el que sería su último álbum, un disco homónimo al documental.
Un empeoramiento en su enfermedad hizo al intérprete de grandes éxitos como La flaca, Depende y Bonito regresar a su refugio del Valle de Arán y afrontar sus últimos meses de vida junto a sus hermanos, su hija y la madre de su hija. “Estoy enfadado con el cáncer porque no me quiero ir, ahora no me viene bien irme. Preferiría vivir un poquito más, la verdad, pero es lo que hay y estoy bien conmigo mismo, en paz y tranquilo”, dice Donés a Évole en la entrevista. La relación entre el músico y el periodista surgió hace más de 20 años, cuando Jordi Évole comenzaba a despuntar en televisión como El follonero, el personaje que le dio a conocer gracias a los programas Una altra cosa y Buenafuente, ambos presentados por Andreu Buenafuente. Una de sus intervenciones más recordadas fue la interrupción que hizo durante una entrevista en directo de Jarabe de Palo, en 2002. El Follonero le echó en cara a Pau Donés que siempre hacía lo mismo, que todas sus canciones sonaban igual y que se lo decía por su bien. De aquel episodio cómico surgió una gran amistad y cuando al músico le quedaban menos de tres semanas de vida no dudó en llamar a Évole para plantearle hacer su última entrevista.
Días más tarde, el periodista se presentó en el Valle de Arán con su equipo y un pequeño guion. Curiosamente, la primera pregunta de aquella charla no la hace él, sino el líder de Jarabe de Palo. “¿Te has asustado?”, le cuestiona con un hilo de voz ronca, una sonda en la nariz y unos ojos que brillan de felicidad. “Es mejor, este es el aspecto que tengo ahora que estoy enfermo de cáncer. Ver a alguien que se va a morir da un poco de respeto, pero hay que normalizarlo”, dice sobre su desmejorada apariencia física.
Pese a su enfermedad, Pau Donés no borra su sonrisa en ningún momento de la entrevista, y se muestra entero y tranquilo con cada una de sus palabras. “No vivo con miedo porque eso es terrible. El miedo te corta la libertad para ser tú mismo y yo soy poco miedoso. Desde el momento que aceptas que la muerte es algo que va contigo y que no es algo que es malo, sino que es algo que es parte de la vida, creo que eres más libre y vives mucho más tranquilo”, admite sin titubeos. Habla con conocimiento de causa pues siendo él un adolescente su madre se suicidó. Él mismo lo contó en su biografía 50 palos… y sigo soñando y lo recuerda en su charla con Évole, donde explica que fue la depresión el motivo por lo que su madre terminó con su vida y, desde entonces, él tuvo que hacerse cargo de sus hermanos porque su padre trabajaba. Preguntado por Évole sobre si él se planteó suicidarse en algún momento de su enfermedad, Donés se muestra tajante: “Yo, no. Yo, vida”.
La fama le llegó al músico algo tardía, pues tenía 30 años cuando su canción La Flaca le catapulta al éxito. A lo largo de toda la conversación, Donés solo tiene palabras de agradecimiento a todos aquellos que hicieron posible que su vida como músico haya sido “un auténtico privilegio”. “En general, creo que hecho las cosas bien, con buena intención. Me lo he pasado muy bien en la vida porque me ha gustado mucho lo que he hecho y he intentado gozarlo mucho. Creo que lo he conseguido”, admite asegurando poder irse “en paz”. Una redención que consiguió un año y medio antes de esta grabación, cuando recuperó con su hija ese tiempo que les faltó y del que él asume toda la culpa. “Mi hija me ha enseñado a querer y a demostrar cómo querer. Me ha enseñado a decir ‘te quiero’ y a decirlo con el corazón y mirando a los ojos”, reconoce en el documental.
Aunque fuera de cámara, ella está junto a él todo el tiempo. Ha sido la que le ha vestido para la ocasión y la que no se ha movido de su lado en estos últimos años. Pese a que su padre llevaba su nombre tatuado en los nudillos de su mano izquierda, Sara Donés, ahora de 17 años, ha preferido mantenerse siempre en un discreto segundo plano. No se le conocen perfiles en las redes sociales y solo concedió a su padre el deseo de participar en el videoclip de su última canción, Eso que tú me das, en el que aparece bailando con un pequeño antifaz negro en la cara. Aunque en un principio estaba pensado que padre e hija bailaran juntos, el avanzado estado de salud de Pau Donés le impidió moverse de la silla durante todo el videoclip. También se le oye reír en un momento de la charla con Jordi Évole cuando Pau Donés habla de que le hubiese gustado vivir más para conocer a sus nietos. “Me gustaría vivir otro año… bueno, quince o veinte años más, hasta los 70 años estaría bien. Me gustaría poder conocer a mis nietos”, dice el músico mientras mira de reojo a su hija que, aunque fuera de plano, sigue y seguirá siempre a su lado. Igual que Pau Donés seguirá siempre en la memoria (y cancioneros) de todos.
Fuente: El País, España
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