Ya no estaban ni The Beatles ni Jimi Hendrix, el rock se había hecho mayor y los músicos habían vivido lo suficiente como para contar cosas profundas. Bienvenidos a la excelente cosecha de 1971 / Por Carlos Marcos – El País, España
En 1971 el rock se había hecho mayor. Se cerró una década (la de los sesenta) que arrancó con la ingenuidad y la alegría de Love Me Do y terminó con la pesadilla del festival de Altamont. Los Beatles, aquel grupo que transmitía felicidad y buen rollo, se había derrumbado entre reproches y situaciones desagradables. Urgía inventarse otra cosa. Y vaya si se hizo. Los músicos de rock empezaban a tener cosas que contar: ya no eran esos veinteañeros que facturaban melodías agradables. Habían sufrido desamores, se construían una conciencia social comprometida, habían aprendido a tocar y cantar, algunos ya eran millonarios... Y las drogas, claro, que acabaron con Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones... Era 1971, hace medio siglo, un año donde todo eso ofreció una cosecha de discos memorables. Como estos...
- The Rolling Stones, ‘Sticky Fingers’
¿Quiénes son? El primer disco oficial de Mick Taylor como miembro de pleno derecho de los Rolling Stones. En el anterior, Let It Bleed, ya había participado tímidamente, pero aquí su guitarra se despliega en su mejor versión: virtuosa, pero con sentimiento blues. Richards comentó sobre la incorporación: “La música de los Stones cambió. Compones con Mick Taylor en mente, sin darte siquiera cuenta, porque sabes que puede hacer cosas diferentes”. Taylor tenía solo 20 años y subía al barco pirata de los Stones.
¿Por qué es tan bueno ‘Sticky Fingers’? Pasemos por alto que tiene un arranque perfecto para un disco de rock and roll (Brown Sugar), que contiene la mejor balada de la historia del grupo (Wild Horses) o que incluye una canción tan maravillosa como Dead Flowers. Y fijémonos en los actores secundarios: el poderío casi heavy de Sway, el blues arrastrado de You Gotta Move, la excitante Bitch o la turbia Sister Morphine. No hay ni un segundo de relleno en Sticky Fingers, todo es gozosamente aprovechable.
- Rod Stewart, ‘Every Picture Tells a Story’
¿Quién es? Un desatado Rod Stewart con 26 años. Su vida era una locura a principios de los setenta. Compatibilizaba una carrera en solitario con la de los Faces, con sus respectivas giras. En 1971 editó hasta tres discos, dos con los Faces y este Every Picture Tells a Story. Además, bebía, se apuntaba a todas las juegas, jugaba al fútbol, pasaba horas en la peluquería…
¿Por qué es tan bueno ‘Every Picture Tells a Story’? Este es el álbum que contiene el éxito más grande que tuvo Stewart, Maggie May, en la que él no confiaba. “Jamás creí que pudiese ser un éxito. De hecho, pensé seriamente en descartarla, porque no tenía estribillo, solo esas farragosas estrofas. No tenía gancho”, ha declarado el cantante. Con los derechos de autor que sigue generando la canción pueden vivir varias personas toda su vida. Pero hay mucho más en este trabajo, donde Stewart madura una voz arenosa y soulera, que marcaría toda su carrera. Stewart es maestro en versionar y dar un impulso extra a la pieza, como hace aquí con Tomorrow Is a Long Time, de Bob Dylan, o That’s All Right, un éxito en la voz de Elvis Presley. También incluye la bellísima Mandolin Wind, y la potente canción que da título al disco. Solo ocho canciones: no hacen falta más.
- Vox Dei, ‘La biblia’
¿Quiénes son? Una de las grandes bandas del rock argentino de los setenta. Comenzaron en 1967 cantando en inglés, pero cambiaron al castellano por consejo del gran Luis Alberto Spinetta.
¿Por qué es tan bueno ‘La Biblia’? Está considerado como el primer disco conceptual del rock en castellano, aunque unos meses antes, en 1970, Los Brincos habían editado su Mundo, demonio y carne, también una obra donde las canciones están conectadas por un mismo concepto. Los argentinos desgranan las escrituras de La biblia en un trabajo doble donde tienen cabida rock progresivo, blues, krautrock, folk, heavy… Una obra pionera que todavía se escucha con avidez. Dura una hora y diez minutos y se hace corta. Créanme.
- Badfinger, ‘Straight Up’
¿Quiénes son? La BBC filmó un documental sobre Badfinger que arrancaba con una imagen de Paul McCartney donde exclama, con su eterna sonrisa: “Guau, Badfinger”. Ahí está todo definido. Vale, añadimos algo más. La primera banda que firmó la discográfica de los Beatles, Apple Records, llamados a recoger el testigo de los de Liverpool, sensacionales compositores y músicos y con la peor suerte del mundo. Pudieron tener un éxito razonable, pero chocaron con managers timadores y con la incomprensión de la industria. Sus dos líderes, Pete Ham y Tom Evans, se suicidaron desolados por las penas.
¿Por qué es tan bueno ‘Straignt Up’? Mucha gente descubrió a Badfinger y a este disco cuando sonó su canción estrella, Baby blue, en la última escena de la serie Breaking Bad, en 2013. Bienvenido sea este reconocimiento postrero para un álbum maravilloso. Badfinger lo tenían todo: grandes voces, bellas melódicas y canciones inapelables. Pero a veces ni con eso vale.
- Joan Manuel Serrat, ‘Mediterráneo’
¿Quién es? Con 28 años, Joan Manuel Serrat grabó Mediterráneo: ya estaba curtido con varios álbumes en castellano y en catalán. Registrado en un estudio de Milán (“creo que fuimos allí por una cuestión de blanqueo de dinero de la compañía”, dijo el músico a Rolling Stone España) durante cinco días. Aunque algunas canciones (Mediterráneo entre ellas) las concibió en un pequeño hotel de Calella de Palafrugell, donde el cantante se confinaba a trabajar.
¿Por qué es tan bueno ‘Mediterráneo’? Porque no es un disco, es un generador de consenso es un país siempre dispuesto al duelo con el vecino. Mediterráneo le gusta a todo el mundo porque respira vida, cuenta historias que a todos nos hubiese gustado contar y cantar. Impulsado por un aire poético donde el peso de la letra es enorme, este no es un álbum de cantautor: es un disco de pop orquestal, una obra de música popular de calidad y atemporal. Estuvo 21 semanas como número uno en la lista de ventas en España.
- Nina Simone, ‘Here Comes the Sun’
¿Quién es? Como dice el escritor Dave Marsh en el prólogo de las memorias de la cantante, “para Nina Simone el arte estaba íntimamente relacionado con el deseo de vivir como una persona libre”. Luchó contra la segregación racial, cantó como los ángeles, sufrió bipolaridad y sus niveles de dramatismo en la interpretación están a la altura de Billie Holiday.
¿Por qué es tan bueno ‘Here Comes the Sun’? Eso que dicen tan recurrentemente en los programas televisivos de talento: “Hace suya la canción”. Ni caso. La forma de afrontar Nina Simone estas versiones sí dan sentido a esa frase. Simone deconstruye a Bob Dylan, George Harrison, Frank Sinatra… los desmenuza, los hace trizas, y de los pedacitos levanta unas canciones que ya no son las originales: son de ella, ya sea en su vertiente conmovedora, o juguetona, como la latinizada My Way.
- David Bowie, ‘Hunky Dory’
¿Quién es? Con solo 23 años, David Bowie ya iba por su cuarto disco. Aunque Hunky Dory no resultó un éxito inmediato fue el álbum que lo convirtió en una estrella del rock. Aquí se inicia la compleja y apasionante historia del Bowie icono del pop. Así se expresaba justo después del lanzamiento, en 1971: “Voy a ser alguien muy grande, y eso es algo bastante aterrador en cierto modo, porque sé que cuando alcance la cima y sea hora de desaparecer, habré dejado huella”. Solo desde esa confianza en uno mismo se puede llegar tan alto como lo hizo él.
¿Por qué es tan bueno ‘Hunky Dory’? Recordemos que es el álbum donde suenan Changes, Oh! You Pretty Things, Life On Mars? o Queen Bitch. Cuatro canciones soberbias. Hunky Dory es un manifiesto pop posmodernista con una paradoja: canciones de hermosas melódicas (incluso muy radiables), pero con unas letras oscuras y retorcidas.
- Janis Joplin, ‘Pearl’
¿Quién es? El 4 de octubre de 1970 moría de una sobredosis de heroína Janis Joplin, la primera estrella femenina del rock de la historia. Tenía 27 años. Tres meses después se editó Pearl, en el que estuvo trabajando los últimos días de su vida. Fue el trabajo más vendido de su carrera. Ella se lo perdió.
¿Por qué es tan bueno ‘Pearl’? Joplin nunca tuvo una banda a su altura. Ella siempre antepuso los lazos emocionales a los profesionales, y esa norma le privó de apuntalar un grupo de músicos que pudiesen arropar como se merecían sus apabullantes condiciones vocales. Solo en este disco póstumo consigue una banda solvente. Es su álbum más mimado, gracias también al productor Paul Rothchild, que estaba avalado por su trabajo con los Doors. La grandeza de Joplin está en esas baladas que son el testamento de una mujer azotada por la pena y la falta de cariño. Son canciones donde Joplin se entrega hasta partirse en dos, demostraciones de su salvaje interpretación. Ocurre que todo lo que canta (y todo quiere decir todo) te lo crees. Lamentos como Cry Baby, A Woman Left Lonely, My Baby o Trust me erizan todavía en vello.
- Chico Buarque, ‘Construção’
¿Quién es? En 1971, Chico Buarque tenía 27 años, había estado exiliado en Italia (trabajando entre otros con Ennio Morricone) y estaba preparado para volver a su país y afrontar el reto de burlar con su arte a la censura de la dictadura brasileña.
¿Por qué es tan bueno ‘Construção’? Musicalmente es una demostración de toda la riqueza de la música popular brasileña: samba, bossa, tropicalismo… Líricamente es una obra apasionante, llena de dobles sentidos, mensajes entre líneas, versos con recados, guiños intelectuales… Es un disco comprometido que la censura se tragó: hay que desmenuzar las letras para encontrar el verdadero sentido, que no es otro que la lucha por la libertad, en contra de la dictadura y en defensa de la clase obrera. Pocas veces una música tan soleada tuvo un mensaje tan revolucionario.
- Carole King, ‘Tapestry’
¿Quién es? Antes de Tapestry, Carole King ya se había consagrado como compositora, casi siempre en compañía de su pareja, Gerry Goffin, con canciones para Aretha Franklin, The Byrds, The Monkees, The Animals… Con este disco se destapó también como intérprete.
¿Por qué es tan bueno ‘Tapestry’? Si Nina Simone cantaba al desgarro y en Blue Joni Mitchell clamaba por un abrazo, Tapestry es una invitación a entrar en un mundo bello y cálido. Su voz es familiar, acogedora. Canciones como So Far Away, You’ve Got a Friend o Home Again conforman el sonido de una época, la que desde la agradable California buscaba el romanticismo en contraposición a las turbulencias del final de la era hippy.
- Jethro Tull, ‘Aqualung’
¿Quiénes son? Desde 1967, con algún parón de pocos años, ofreciendo un rock personal e influyente. Liderados por el sensacional músico Ian Anderson, responsable de que ese instrumento que odiábamos en el colegio, la flauta, forme parte de la iconografía rock. Es difícil encontrar una banda que haya tenido tantos cambios de miembros. Quizá sea por la complicada personalidad de Anderson.
¿Por qué es tan bueno ‘Aqualung’? Seguiremos diciendo que Aqualung es un álbum cuyas canciones versan sobre un mismo tema (lo que se conoce como “álbum conceptual”) y su creador, Ian Anderson, continuará riñéndonos. “No es un disco conceptual, es un conjunto de canciones variadas”, ha dicho con reiteración. El caso es que el tema de la religión es recurrente y hay conexiones entre algunos personajes que van apareciendo: la prostituta infantil, el médico especialista en abortos, el vagabundo… Disco conceptual o no, aquí lo importante es una gran colección de canciones que tocan varios palos: blues, rock duro, folk, música medieval, pop… A veces se mezclan en la misma canción. Un trabajo denso, apasionante.
- Led Zeppelin, ‘IV’
¿Quiénes son? Cuatro músicos fantásticos poniendo su talento (y renunciando a parte de su ego) al servicio de una causa: convertirse en la banda de rock fuerte más grande de la historia.
¿Por qué es tan bueno ‘IV’? Llamamos a este disco IV, pero en realidad no tiene nombre. Es la deducción lógica después de la edición de I, II y III, este último un álbum inclinado al folk que decepcionó al público rockero del grupo. Se reconciliaron con este trabajo, que pasará a la historia por contener Stairway to Heaven, pero que es mucho más: Black Dog, Rock and Roll, When the Leave Breaks... Energía, experimentación (escúchese atentamente Four Sticks) y fidelidad a su adorado blues. Grupos como Foo Fighters, Guns N’Roses, Greta Van Fleet, AC/DC y una larga lista hubiesen sido distintos sin estas ocho canciones.
- John Lennon, ‘Imagine’
¿Quién es? Visto con muchos años de distancia, que los Beatles durasen casi una década es un logro. Su exposición y fama eran tan abrumadoras que solo una unión espiritual y emocional pura les permitió seguir adelante durante los sesenta. Pero se acabó. Ahora había que demostrar quién de los cuatro podía mantener un nivel tan alto. Ganaron George Harrison (y su All Things Must Pass, de 1970) y John Lennon.
¿Por qué es tan bueno ‘Imagine’? Pocas veces un disco de larga duración estuvo tan capitalizado por una canción. Claro que pocas piezas tan simbólicas como Imagine, ese canto a la armonía mundial que sigue siendo un lamento utópico. Dejemos que la aguja del tocadiscos siga corriendo más allá de Imagine. Ahí están otras baladas bellísimas, como Oh My Love o Jealous Guy; la clemente I Don’t Wanna Be A Soldier Mama; la rabiosa Gimme Some Truth; o ese dardo a su amigo amado y odiado Paul McCartney, al que le echa en cara el antipático final de los Beatles en How Do You Sleeep? (¿Cómo duermes?). Un disco con mucho peso en los textos, y una enjundia musical de nivel.
Resumen de artículo escrito por Carlos Marcos para El País, España
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